miércoles, 27 de noviembre de 2013

Tormento de Benito Pérez Galdós

La lectura del siglo XIX que tenéis que leer es Tormento de Benito Pérez Galdós. De nuevo os remito a la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes para aquellos que no tengáis la obra: Tormento



Para hacer la valoración crítica, podéis echarle un vistazo al siguiente estudio crítico (es un documento muy sencillo):

Valores del plural en un texto

Los valores del plural en los textos que tenemos que comentar pueden ser:






viernes, 22 de noviembre de 2013

Resumen y opinión argumentada (texto 4)

Publicidad con alevosía

Recochineo. “Burla o ironía molestas que acompañan a algo que se hace o dice”, según el DRAE. Pero me gusta más –y a ella la quiero– lo que nos cuenta María Moliner: “Burla, ensañamiento o refinamiento añadidos a una acción con que se molesta o perjudica a alguien: ‘Me han dejado el peor trabajo y, además, con recochineo”. La verdad es que, comparando las dos explicaciones, la primera parece hecha por un señorito; de la segunda no nos cabe duda de que la realizó una mujer tan trabajadora como sabia.
Recochineo, insisto. Una palabra que últimamente ha alcanzado una lamentable cualidad descriptiva de lo que nos ocurre. Recochinearse es lo que hacen. Los unos, en sus políticas de ajuste que definen el mundo que les gusta, el de los poderosos y los siervos. Los otros, en sus corrupciones, su impunidad y su cinismo. Tomemos, por ejemplo, el caso de la publicidad de los bancos. Sí, los bancos, esos elementos fundamentales del puzle del fracaso español, con Bankia a la cabeza, que han recibido la pasta gansa europea que hemos de pagar nosotros, y que etcétera, etcétera, etcétera, pues sería recochineo repetirlo.
A mí se me caen los miriñaques del sombrajo cuando escucho que el banco tal o el banco cual promete dar no sé qué “sin comisiones”, o cuando presume de su plan de becas e iniciativas, o cuando alardea de humanidad y cercanía, o de cambios porque ha llegado el momento de cambiar, o cuando nos dice que no son un banco, sino prácticamente una obra benéfica. A mí, esa publicidad me revuelve el estómago.
Los bancos deberían saber que cualquier publicidad que emanen es contraproducente. Sobre todo los que han recibido dinero público, e incluso aquellos que no han necesitado el rescate, o cuyo comportamiento modélico –alguno habrá, digo yo– les permite lanzar la primera piedra. Deberían reflexionar sobre si la publicidad les ofrece los mismos resultados que a una marca de colonia o de galletas, que por ahora no le han hecho daño a nadie, pues no aconsejan que nos bebamos la primera y nos metamos las segundas por el canalillo, que es lo que nos vienen a decir los bancos: somos buenos, creed de nuevo en nosotros; mira, mira, mírame la patita, es blanca y soy un cordero.
Visto lo visto, y sufriendo lo que está sufriendo, el ciudadano español parece que concede el mismo porcentaje de desconfianza a los políticos y a los bancos: en torno al 95%, según el estudio Values and worldviews, presentado hace poco por una fundación bancaria, precisamente la del BBVA. No es de extrañar que cuando aparece en los cines el anuncio de Bankia de empezar por los principios, los pocos espectadores que hayan podido permitirse comprar la entrada se entreguen a abucheos sin precedentes. Yo lo hago, solita, pero con todas mis fuerzas, cuando lo escucho por la radio. Vocifero como posesa ante cualquier intento de lavado de rostro perpetrado por los entes bancarios que fueron más activos en sembrar el terror de las preferentes, y por aquellos –como quien dice, todos– que se entregan con entusiasmo al crimen de los desahucios. También me río con –aquí sí– amargo recochineo cuando recuerdo que, seis meses antes de ser absorbido por otro, Banesto se publicitaba como “el banco que aprendió a hacer las cosas de otra manera”. Ya te digo.
La ciudadanía está tan escamada de los bancos como de las campañas electorales políticas. Promesas incumplidas. Y contra eso no hay publicidad que valga, sino hechos.
Bajar del pedestal y mezclarse con la gente es algo tan recomendable en política como en banca. Claro que se arriesgan a que les escrachen con recochineo, pero así es la vida. Un toma y daca. 

Maruja Torres, 5 de mayo del 2013



  1. Determine el tema del texto.
  2. Redacte un resumen del contenido del texto.
  3. Indique a qué categoría gramatical o clase de palabras pertenecen los términos destacados en negrita, analice su estructura morfológica y señale a qué proceso de formación de palabras responden.
  4. Explique el significado de las palabras subrayadas del texto (no puedes buscar en el diccionario, si no las conoces, dedúcelo por el contexto).
  5. Elabore un texto argumentativo a favor en contra de la influencia de la publicidad en los hábitos sociales.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Opinión argumentada (recomendaciones)

Lee el tema propuesto y piensa todo lo que sabes acerca de él, después:
  • Toma una postura, a favor o en contra.
  • Busca argumentos que respalden tu tesis. Piensa en ejemplos, datos objetivos, alguna cita, incluso basados en tu experiencia personal, de tipo moral, lógicos…
  • Organízalos en una esquema previo (elige la estructura: deductiva, inductiva, paralela…).


 Ahora es el momento de comenzar la redacción. Para ello:
  •  Introduce el tema en cuestión.
  • Divide tu texto en diferentes párrafos, cada uno que englobe una idea.
  • Utiliza la lengua estándar, no abuses del tono coloquial.
  • Cohesiona tus ideas mediante los diferentes conectores.
  • Haz partícipe al lector y créete que le puedes convencer.
  • Intenta profundizar en qué implica tu postura socialmente, qué consecuencias tiene para tu país, tu entorno o el mundo la defensa de esa opinión… piensa si es algo mayoritario o no, si es actual o históricamente siempre ha generado debate…, es decir, procura hacer una defensa correcta y para ello debe ser formada y bien argumentada (huyendo de los tópicos).
  • Concluye tu opinión “cerrando” correctamente el texto.


Para ayudarte en la redacción, a continuación encontrarás un listado de conectores que pueden serte útiles:


1. Conectores que estructuran el texto:


2. Conectores que estructuran las ideas:

3. Conectores que introducen operaciones discursivas:

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Recomendaciones (tema y resumen)

1. TEMA
El tema tiene ser breve y concretar al máximo el asunto del artículo (“de qué trata el texto”); siempre que sea posible, tiene que incluir la intención del autor (crítica, defensa, reflexión...). Se trata de definirlo con una frase que sólo sirva para este texto. Viene a ser una especie de “resumen del resumen”, la idea más importante del texto. Normalmente tendremos suficiente con 1 o 2 líneas (como mucho), dependerá del texto.
Hay que tener en cuenta que el tema no siempre aparece explícito, sino que el lector lo deduce a partir del contexto o por sus conocimientos previos sobre el tema global (asunto)

1.1. Diferencias entre asunto, tema y tesis.
El asunto viene a ser el tema genérico, aplicable a multitud de textos.
El tema es el resumen del resumen, la idea más importante del texto.
La tesis es la postura que sobre el tema defiende el autor y aún es más específica que el tema.

2.2. Problemas habituales a la hora de determinar el tema de un texto:
- Se enuncia el tema para llamar la atención y no se resume el contenido.
- El tema recoge sólo una parte del contenido del escrito.
- La redacción del tema se centra en los ejemplos.
- El tema propuesto no guarda relación con el texto.
- La redacción del tema es tan general que se podría aplicar a otros muchos textos (“la anorexia”).

Para cercionarnos de que hemos enunciado bien la idea principal o tema, podemos plantearnos cuál ha sido la intención comunicativa del autor, la razón que le ha impulsado a escribir el texto, qué ha pretendido comunicarnos y con qué sentido, qué reacción ha intentado provocar en el destinatario al plantear su discurso de la forma que lo ha hecho...



2. RESUMEN
El resumen recoge las ideas esenciales del texto. Se trata de seleccionar las ideas principales de cada párrafo y construir con ello un texto coherente y cohesionado.
Viene a ser como el tema ampliado que refleja el sentido global del texto.
La extensión debe ser como una cuarta parte del texto original. Pero depende de los textos: algunos repiten mucho las ideas y el resumen será más corto; otros tienen mucha información y el resumen será más largo. Como máximo seis líneas.

Cosas que NO hay que hacer en un resumen:
- Dejarse ideas esenciales.
- Incluir ideas secundarias, ejemplos.
- Incluir opiniones personales.
- Copiar frases literales o parafrasear el texto.
- Poner ideas que el autor no dice (ojo con la interpretación del texto).
- Incurrir en contrasentidos (el texto dice lo contrario que el resumen).
- Incluir argumentos: El autor usa argumentos para apoyar alguna idea: por tanto, es esa idea la que debes reflejar, no los argumentos con que la valida.
- “Pegar” oraciones sin vínculos lógicos, es decir, crear un texto incoherente con frases sueltas.

También es aconsejable que en el resumen no incluyas expresiones del tipo “El autor empieza diciendo que... pone el ejemplo de que... y a continuación nos explica que...”. Limítate a crear un texto nuevo independiente que no parezca la explicación de ningún otro, que tenga validez por sí misma.
En definitiva, se trata de crear un texto nuevo, independiente, coherente y cohesionado, de tal forma que un lector que desconozca el original, con el resumen pueda hacerse una idea exacta de su contenido, estructura e intención.


Las funciones del lenguaje, marcas lingüísticas e intención comunicativa

Dependiendo del tipo de texto al que nos enfrentemos, encontraremos unas funciones lingüísticas dominantes u otras. En los artículos de opinión y otros textos expositivo– argumentativos encontraremos como principales las funciones EXPRESIVA y APELATIVA, y como secundarias la REFERENCIAL. Por ser un artículo de opinión, el texto analizará un hecho concreto (función referencial) desde una óptica concreta, la del autor, más o menos subjetiva (función expresiva) y tendrá una clara intención de influir en la opinión de los lectores (función apelativa).
Las funciones EXPRESIVA y APELATIVA debes comentarlas SIEMPRE y serán PRINCIPALES; la función REFERENCIAL, dependiendo del texto y de la cantidad de información objetiva que ofrezca, podrá ser principal o secundaria. Un ejemplo de función secundaria que suele aparecer en todos los textos es la POÉTICA.
En el caso de los textos literarios dominará la función POÉTICA y la REFERENCIAL (normalmente en la narrativa) o la EXPRESIVA (normalmente en la lírica).

Funciones

Marcas lingüísticas

Intención comunicativa
Referencial. Expresa una realidad.

3ª persona.
Verbos en modo indicativo.
Términos no valorativos.
Orden lógico de la frase.
Modalidad enunciativa.
Informar de algo.
Explicar cómo es o como funciona algo.
Informar de algo que pasó.

Expresiva. El emisor refleja su actitud (opinión).

1ª p. (verbos, pronombres, determinantes) del singular o del plural (el plural el menos representativo de esta función)
Términos valorativos (positivos o negativos).
Verbos de percepción, opinión o deseo (sentir, creer, pensar, desear...), en 1a persona o referidos a la 1ª persona.
Modalidad exclamativa.
Orden marcado: se pone delante lo que se quiere destacar.
Uso de diminutivos (valor afectivo).
Manifestar el propio punto de vista (opinar).
Manifestar emociones o sensaciones.
Confirmar (afirmar, negar).
Apelativa. El emisor busca incidir en el receptor (convencer)

2ª persona (verbos, pronombres, adjetivos determinativos) o 1a p. del plural inclusivo.
Uso del vocativo (llamadas de atención) (Señores, es preciso...)
Uso del imperativo y subjuntivo.
Modalidad interrogativa o exhortativa.
Interjecciones.
Uso de las funciones referencial o expresiva con carácter apelativo.
Orientar la opinión y/o la conducta. (Esta resume las demás).
Provocar un comportamiento (aconsejar, sugerir, suplicar, solicitar,
ordenar).
Conseguir una finalidad (convencer, obligar, preguntar).
Lograr que el receptor comprenda.
Fática.
Abre, mantiene o cierra el canal.

Modalidad interrogativa.
Interjecciones.
Frases hechas.

Comprobar la existencia del canal.
Establecer, prolongar o interrumpir la comunicación (saludar,
despedirse...)
Metalingüística.
Habla sobre el lenguaje.

Uso de tecnicismos lingüísticos.

Mejorar la comunicación (preguntar, matizar, aclarar, repetir...).
Explicar el lenguaje.
Poética.
Estética.

Recursos retóricos.
Frases hechas.
Embellecer el mensaje.



Si necesitáis ampliar la información, en el siguiente enlace encontraréis un cuadro sobre los tipos de textos y los aspectos más relevantes: Cuadro